ALOCUCIÓN DEL EXELENTÍSIMO SR. HUGO CHÁVEZ FRÍAS, PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, EN EL ACTO DE ENTREGA DE LA PRESIDENCIA DEL GRUPO DE LOS 77 (Nueva York, 16 de enero de 2003)

Excelentísimo señor Kofi Annan, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas,
Excelentísimo señor Mark Malon Braun, Administrador del programa de Naciones Unidas para el Desarrollo,
Honorables señores delegados de los países miembros del Grupo de los setenta y siete,
Ciudadano Secretario y miembros de la directiva de nuestro grupo,
Ciudadano Roy Chaderton, Ministro de Relaciones Exteriores de la República Bolivariana de Venezuela y demás miembros de nuestra comitiva oficial,
Ciudadano Embajador Milos Alcalay, Representante Permanente de la República de Bolivariana de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas,
Ciudadanos Embajadores de la República Bolivariana de Venezuela ante los organismos de las Naciones Unidas,
Distinguidas personalidades especialmente invitadas a este acto,
Señores representantes de los medios de comunicación,
Señoras y señores:

Hace un año en un acto similar a este tuve el grandísimo honor de asumir la presidencia del Grupo de los setenta y siete, con el respaldo unánime de ciento treinta y cuatro países hermanados en la noble causa de la solidaridad de la unión y del desarrollo.

Hoy vengo nuevamente a esta tribuna de Naciones Unidas del G-77, para entregar la Presidencia al Reino de Marruecos y para analizar con ustedes los logros alcanzados y también los no alcanzados durante la presidencia de Venezuela en el G-77.

Al entregarle en este acto la presidencia al Reino de Marruecos, quiero desearle el mayor de los éxitos y manifestarle mi palabra de estimulo al Rey Mohamed Sexto, seguro de que con el concurso del Ministro de Relaciones Exteriores del Reino de Marruecos Mohamed Banaissa, defenderán las bases históricas de nuestro grupo y las luchas y reivindicaciones del mundo en desarrollo.

En este inicio del año 2003, reciban mis entusiastas palabras de fe en el futuro de nuestros pueblos, en la búsqueda de los grandes ideales que nos hemos forjado para hacerlo, los principios que guiaron y que han guiado mi acción y nuestra acción en el Grupo de los setenta y siete, estuvieron basados en dos grandes pilares: la Cumbre del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas y la Cumbre de la Habana del Grupo del los setenta y siete.

Ambas declaraciones aprobadas por los mandatarios del mundo fijan el compromiso de la ONU y el respaldo del G-77, para delinear el plan de acción, concreto y la guía de cómo alcanzar un mundo mejor.

Tal como señale hace un año si tuviéramos que adoptar una Constitución para el G-77, serían estos dos instrumentos los lineamientos fundamentales a seguir para constituirnos en ese mundo mejor que todos soñamos.

A pesar de las múltiples dificultades que en el año 2002, tuvo Venezuela y el mundo también, gracias a vuestro respaldo hermanos y hermanas del mundo, hemos llevado la vocería del G-77 con convicción y con firmeza y nos hemos esforzado en cumplir el mandato recibido por todos ustedes.

He llevado con orgullo la vocería del mundo en desarrollo, del mundo subdesarrollado y del mundo pobre, en las diferentes Cumbres que hubo el año dos mil dos como por ejemplo la Cumbre aquella de Monterrey, subrayamos la inmensa necesidad de financiar el Desarrollo Humano Integral, alejado del neoliberalismo salvaje, alejado de la visión economisista de una realidad que exige mucho más. Proponíamos al mismo tiempo, hace apenas un año en aquella Cumbre de Monterrey, la creación de un Fondo Humanitario Internacional, para combatir de verdad contra la pobreza, contra el hambre, contra la desertificación, contra las enfermedades endémicas es decir contra la muerte.

Propusimos ahí en Monterrey que ese Fondo Humanitario Internacional pudiera alimentarse de varias fuentes de recursos como por ejemplo, una reducción importante del armamentismo en el planeta, como por ejemplo con un porcentaje importante de la deuda externa que los países pobres del mundo, que los países en desarrollo seguimos cancelando al mundo desarrollado y a instituciones internacionales.

El caso venezolano es sólo uno. En los últimos cuatro años Venezuela ha cancelado sin falta veinte mil millones de dólares y la deuda se mantiene igual y la tendencia es a que crezca. Una deuda eterna.

Tema por el cual con coraje y con valor tendremos que pasar más pronto que tarde si queremos solucionar de verdad verdadera los graves problemas del mundo pobre, del mundo en desarrollo, es un verdadero desangramiento para nuestros pueblos el mecanismo inmoral de la deuda externa.

Otra fuente que pudiera alimentar ese Fondo Humanitario Internacional, son los capitales del narcotráfico y los dineros provenientes de la corrupción que han alimentado las arcas de más de un delincuente internacional tiene. Aquí en los Estados Unidos, viven varios venezolanos multimillonarios que saquearon aquel nuestro país y viven también en otras partes del mundo y sin demostrar o más bien digo a ellos les seria muy difícil demostrar el origen de sus grandes riquezas.

Al nuevo presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez, proponer un acuerdo internacional para perseguir a los corruptos del mundo escondidos y para recuperar los grandes capitales que andan a veces en paraísos fiscales y en cuenta secreta por el mundo, recuperar esos capitales, devolverlo a sus países de origen y dedicar un porcentaje a la creación de ese Fondo Humanitario Internacional, sería una manera muy eficaz, muy eficiente de luchar contra el hambre, contra muerte, contra la corrupción y contra la pobreza.

Luego, continuamos resaltando estos temas. En Johannesburgo llevando el vocerío del Grupo setenta y siete también hicimos planteamientos parecidos a los de Monterrey, pero sólo que ahí reflexionábamos acerca del tema central de aquella Cumbre diez años después de la llamada Cumbre de la Tierra de mil novecientos noventa y dos y con un espíritu muy autocrítico decíamos que los grandes objetivos planteados en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en el año mil novecientos noventa dos, no sólo es que no nos hemos aproximado a ellos en diez años sino que en contrario nos estamos alejando de ellos.

Una década perdida más en la cual creció el hambre, la explotación y la desigualdad en el planeta, agravado esto con fenómenos como el del SIDA que está arrasando con generaciones enteras.

Y agravados además por la irracional pretensión, después de la caída soviética y del muro de Berlín, la irracional pretensión de imponerle al mundo un modelo: "El pensamiento único", no hay más alternativas -se decía- el neoliberalismo. Eso agravó los males del planeta y ha hundido a millones aún más en la pobreza, en esa década transcurrida entre Río de Janeiro '92 y Johannesburgo 2002.

Y decíamos también en Johannesburgo que nos preocupa leer informes y documentos donde pareciera que hay la intención de endulzar o de ocultar esta tragedia, o de al menos minimizarla. En Johannesburgo llamamos a designar las cosas por su nombre y llamábamos también a reflexionar y a rectificar acerca del concepto mismo del desarrollo sustentable, porque decíamos en Johannesburgo: "El concepto del desarrollo que ha estado imperando en el planeta, no es sustentable".

Está más que demostrado, necesario es redimensionar los modelos de desarrollo y colocar al ser humano en el centro del escenario.

En esto Venezuela reconoce, y seguirá reconociendo, el inmenso esfuerzo del programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y mi Gobierno ha asumido con rigor las recomendaciones de Naciones Unidas a través del programa para el desarrollo integral: agua potable, escuelas, ingresos, educación y salud eso es lo más importante. Eso es mucho más importante que déficit fiscal y mucho más importante que la deuda externa ya Cristo lo decía: "El hombre debe ser el Alfa y el Omega, el comienzo y el fin". No la economía.

Hemos invertido los valores de la existencia humana, y estamos sufriendo las realidades a lo largo y ancho de nuestro planeta.

Hemos dicho desde Venezuela incluso, que el mundo como va no es viable, si queremos que se acabe el mundo sigamos por el camino que hemos traído: El camino al infierno, al quinto infierno ¡No habrá paz en el mundo mientras no haya justicia! "El único camino a la paz", dice la Biblia, "Es la justicia".

Es un alto grado de igualdad que aspiramos, estoy seguro que ahora a comienzos de siglos con los estremecimientos que han sacudido al mundo, todos los países de la tierra y los gobernantes de la tierra irán asumiendo cada día mayor grado de conciencia acerca de esta realidad: La violencia, el terrorismo hay que combatirlo.

Pero no sólo con las armas, no sólo con bombas, no sólo con guerras, eso sería atacar los efectos sin reconocer las causas.

Hay que cambiar la visión, hemos dicho y lo decíamos también en la Cumbre de Johannesburgo, y en Johannesburgo además asumiendo el vocerío del G-77 agregábamos una crítica adicional de la cual ya nos hemos convencido, yo estoy convencido, de que esas Cumbres hay que redimensionarlas porque casi que no están sirviendo para nada. En cuanto a los objetivos que nos hemos planteado y hemos visto con extrañeza como en Johannesburgo por ejemplo, en una mesa redonda donde estábamos treinta o cuarenta o quizás más jefes de Estado, jefes de gobierno, la idea de un Fondo Humanitario Internacional fue aprobada por unanimidad y sin embargo, no fue posible que se incluyera en las conclusiones de la Cumbre ¡Cosa inexplicable!

Los jefes de Estado opinamos aprobamos ideas, pero que difícil es que algunas de ellas se incluyan en las conclusiones y en los compromisos.

Entonces nos preguntamos: ¿Sí los jefes de Estado, sí los jefes de gobierno no tenemos capacidad entonces para incidir en los resultados de las Cumbres, para qué son las Cumbres?

Y nos preguntamos incluso, con espíritu auto crítico, si aún cuando tomemos decisiones los jefes de Estado y de gobierno del planeta, una vez tomadas las decisiones como las que tomamos en la Cumbre del Milenio, no somos capaces de tomar decisiones para que se cumplan esas metas establecidas sino que cada quien se va por su lado a enfrentar su propio problema a la Europa, a la América, al África, a la Oceanía o al Asia: Entonces, ¿Para qué las Cumbres? Si de allí no sale una voluntad colectiva para enfrentar los grandes males que nos aquejan.

Todas estas cosas las hemos dicho y muchas más en este año, que para nosotros ha sido huracanado de dos mil dos, asumiendo el honor de representar a este importante grupo en los foros planetarios donde hemos ido.

Por otra parte nos habíamos propuesto en el dos mil dos, algunas reuniones de alto nivel y de expertos del G-77 para Caracas en los últimos meses del año, con algunos objetivos: El primero de ellos, institucionalizar, darle mayor grado de cohesión interna al G-77 y por otra parte tratar de perfilar en tiempo y espacio la próxima reunión Cumbre de nuestro grupo.

No pudimos, y he allí una de nuestras fallas, realizar aquella reunión, que nos habíamos fijado desde el comienzo del año dos mil dos.

Igualmente Venezuela ocupó la Presidencia del Grupo de los Quince también el año dos mil dos hasta mediados. La reunión Cumbre del G-15 tampoco hemos podido hacerla por razones más fuertes que nuestra firme voluntad de contribuir con la unión del mundo del Sur, con la unión de los países en desarrollo, con el reestablecimiento del diálogo y la cooperación Sur-Sur, con el reestablecimiento del diálogo Norte-Sur, con la búsqueda conjunta de soluciones a estos dramas mundiales que nos azotan a todos de una o de otra manera ¡Claro que! la situación interna de Venezuela, afectó muchísimo y por supuesto que esto no lleva para nada ni la más mínima carga de ser una excusa ¡No! porque nos sentimos satisfechos a pesar de todo, asumimos con coraje el trabajo hacia dentro del G-77 y del G-15 hicimos inmensos esfuerzos y tuvimos algunos modestos resultados, pero esa situación interna, de verdad que afectó de buena manera algunas de estas metas.

Y la situación interna de Venezuela, yo se lo decía de manera jocosa y amigable a nuestro Secretario General, el señor Kofi Annan, le decía que él es el culpable o uno de los culpables de la situación interna de Venezuela, por el simple hecho de que nosotros en Venezuela hemos asumido con una disciplina rigurosísima de los ejércitos más disciplinados que conozca la historia de las naciones, la búsqueda y el esfuerzo para lograr las metas de la Cumbre del Milenio: La reivindicación del ser humano.

El pecado que hemos cometido en Venezuela, en estos últimos años ha sido librar una batalla profunda contra la desigualdad.

El pecado que hemos cometido en Venezuela es atrevernos - como nos hemos atrevido y no seguiremos atreviendo - a ser coherentes en el discurso con la acción de todos los días.

El pecado que hemos cometido en Venezuela, es atrevernos por primera vez en cien años a enfrentar los groseros privilegios de una oligarquía insensata e insensible que llevó en cien años, a un pueblo que vive sobre oro y sobre petróleo, a un grado pobreza que sobre pasa el ochenta por ciento de nuestra población. ¡Ese es nuestro pecado!.

Nuestro pecado, para esa oligarquía venezolana, ha sido mantenernos fieles a nuestro compromiso con un pueblo que nos eligió para gobernar en función de los intereses de la mayoría.

Estaba yo aquí asumiendo la Presidencia del Grupo setenta y siete hace un año casi exactamente, cuando en Venezuela se estaba preparando un golpe de estado y pocos días después de la cumbre de Monterrey ocurrió el golpe de estado y ya lo veníamos diciendo al mundo, veníamos alertando al mundo a muchos amigos en el mundo. ¿Quienes planificaron aquel sangriento golpe de Estado?.

Las elites venezolanas, con conexiones en el extranjero, los dueños de las televisoras privadas de Venezuela, cuatro grandes cadenas de televisión que ya son llamadas por las calles, por el pueblo ¿Saben ustedes como los llaman? "Los cuatro jinetes del Apocalipsis".

A nombre de la libertad de expresión quienes son propietarios de esas cadenas de televisión atropellan la verdad y dirigieron la conspiración y la siguen dirigiendo porque no ha terminado la conspiración.

Para darles un ejemplo de lo que ocurrió en Venezuela el 11 de abril del 2002: yo fui hecho prisionero y llevado a una isla venezolana en el Caribe, pero antes de ser hecho prisionero el único canal de televisión que tiene el Estado fue sacado del aire por los golpistas, con apoyo incluso tecnológico muy avanzado y los cuatro jinete del Apocalipsis se dispersaron por todos los cuarteles y lugares donde los golpistas estaban confabulados y no hubo un solo sitio donde se concentraron los golpistas civiles y militares donde no apareciera una cámara de televisión con el apoyo de microondas y de satélites para salir del aire y teniendo sus equipos en el Palacio aún estando yo allí, le ordenaron a los periodistas no sacar al aire al Presidente de la República y luego ya yo prisionero, comenzaron a transmitir al mundo una gran mentira, una de las tantas grandes mentiras, yo me negué una y cien veces a firmar una renuncia que me presentaron los golpistas aún amenazándome de muerte, les dije: Yo no renuncio al poder que me dio el pueblo, hagan conmigo lo que quieran. Y me enviaron a prisión. Al día siguiente por la mañana los cuatro jinetes del Apocalipsis estaban transmitiendo por satélite al mundo la renuncia del Presidente. Estaban leyendo el decreto que ellos mismos hicieron y yo me negué a firmar y diciendo que yo había firmado la renuncia y que había salido del país y me tenían encerrado en una isla y ellos lo sabían.

Se negaron a sacar cualquier información contraria al guión que ellos mismos se elaboraron, le aplicaron a Venezuela un bloqueo mediático que fue roto en parte gracias a la valiente intervención de algunos periodistas internacionales que aún arriesgando su vida lograron transmitir al mundo parte de la verdad y luego a las pocas horas a pesar de tremenda campaña de desinformación, el pueblo que es sabio razón tiene el viejo dicho: La voz del pueblo es la voz de Dios.

El pueblo que es sabio y huele a distancia la verdad a pesar de toda aquella campaña y toda aquella gran mentira el pueblo comenzó a irse a las calles sobre todo los más pobres por millones, con una sola arma: la Constitución bolivariana y con su moral, con su dignidad, los desventados, los descamisados, los que viviendo en tierra rica fueron condenados a la miseria y los que han sentido en estos últimos cuatro años que ¡por fin! después de mucho tiempo llegó un gobierno que no es perfecto, que comete muchos errores, pero que tiene un compromiso indeclinable en el camino de devolverles la vida, la salud, la educación, la vivienda, la dignidad y saben ustedes excelencias, señor Secretario General lo que ocurrió entonces cuando el pueblo comenzó a rodear el palacio de gobierno donde un tirano se autojuramentó - el Presidente de la cámara de empresarios- se autojuramentó presidente: "Yo el supremo me juramento a mi mismo y elimino el Congreso Nacional y elimino el Tribunal Supremo de Justicia y concentro todos los poderes apoyado por los militares golpistas y por las elites", cuando el pueblo comenzó a rodear aquel palacio y a rodear las bases y cuarteles militares y a tomar las calles de Caracas, las carreteras y las calles de las principales ciudades del país, cuando los campesinos comenzaron a salir a las carreteras, cuando los indígenas comenzaron a salir de la selva, cuando los estudiantes comenzaron a tomar las calles, cuando los trabajadores comenzaron a tomar las fabricas y el gobierno tirano comenzó a pulverizarse, "Los cuatro jinetes del Apocalipsis" ¿saben ustedes lo que hicieron?. Se fueron a los estudios a pasar películas y a pasar una comiquita que llaman Tom y Jerry, mientras en la calle estaban masacrando al pueblo, hubo decenas de muertos en las calles, eso no fue noticia para ellos, dejaron de transmitir cualquier cosa para luego con la cara muy lavada salir a decir que no habían transmitido eso porque había inseguridad en las calles. Algún buen periodista podría decirle bueno y quien ha transmitido a lo largo de la historia los conflictos bélicos del mundo y los grandes acontecimientos que han sacudido al mundo.

Así que por ser fieles a ese pueblo, por ser fieles al mandato supremo de Dios en primer lugar de amar al prójimo como uno mismo, de luchar por la igualdad y por la dignidad sobre todo de los que más sufren, por ser fieles al mandato constitucional de Venezuela en el 2002 nosotros enfrentamos no sólo el golpe de estado de abril, muchos intentos hasta de magnicidios provenientes de esa élite económicas, mediática, política y finalmente en diciembre nos correspondió enfrentar el intento de esta misma gente de darle a Venezuela un golpe petrolero, de paralizar el corazón de la economía venezolana y valiéndose de una élite tecnocrática que estuvo manejando nuestra empresa petrolera desde su nacimiento, lanzaron el sabotaje o la operación de sabotaje más grande que país petrolero alguno haya conocido: Casi toda la alta gerencia abandono las refinerías, presionó a los trabajadores para que abandonaran el trabajo, adelantaron un sabotaje electrónico, bloquearon los sistemas de computadoras, se llevaron las claves, alteraron los sistemas de control que regulan el funcionamiento de las refinerías. Les voy a poner un ejemplo para que vean hasta dónde llegaron la mano criminal y genocida de los golpistas y los fascistas que estamos enfrentado en Venezuela, de la élite privilegiada de muchos años.

Todas estas instalaciones petroleras tienen por supuesto regulaciones de temperatura, imagínense ustedes que esta sea una gran planta, este salón fuera una gran planta de una refinería y que hay un sistema informatizado que regula la temperatura y no la deja pasar más de seiscientos grados centígrados, porque por encima de seiscientos grados pone en peligro toda la refinería, imagínense lo que esta gente hizo antes de abandonar los sistemas de control, cambiaron la regulación y colocaron la temperatura a mil grados centígrados, con la intención expresa de que explotaran las refinerías ,hemos tenido que avanzar paso a paso, milimétricamente revisando todos los sistemas porque dejaron un campo minado, sembrado en refinerías, en tuberías, en pozos petroleros, nos han hecho sabotaje a control remoto, desactivando por ejemplo los sistemas eléctricos que alimentan los campos petroleros afectando la producción petrolera de Venezuela que es de casi tres millones de barriles y llegamos a ciento veinte mil barriles. Afectando no sólo a Venezuela, afectando los Estados Unidos por una parte país donde enviamos desde hace muchos años atrás más de medio millón y medio de barriles diarios de crudo y los refinamos aquí mismo o afectando a países como Haití, Jamaica, Cuba, Dominicana, Puerto Rico, Guyana, hermanos países del caribe, de Centroamérica que pueden alimentar a medias sus necesidades de energía con el petróleo que Venezuela les vende, con facilidades de pago con acuerdos que hemos firmado con estos hermanos países mas pobres que nosotros y que no tienen ni una gota de petróleo.

Los golpistas venezolanos no tienen nada que ver con eso, no les importa para nada la vida de los demás, pero no sólo es eso, sino que lograron parar algunas plantas de procesamiento de leche por ejemplo, porque ellos son los dueños de esas plantas, grandes capitalistas que cerraron sus plantas donde se procesa la leche para los niños y tuvimos que importar leche de la hermana Colombia o grandes capitalistas que tienen los grandes depósitos del maíz y del arroz cerraron sus depósitos y se negaron a procesarlos, tuvimos que importar maíz de República Dominicana, se negaban a llevar las reces al matadero y al procesamiento de la carne y tuvimos que comprarle ganado a Brasil.

Sabotearon los puertos, nos autobloquearon, pararon casi todos los barcos mercantes, amenazaron a los barcos extranjeros de que si entraban a los puertos los iban a sabotear.

Son verdaderos terroristas y fascistas. Se quiere rendir a mi pueblo por hambre. Se quiere rendir a mi pueblo por necesidades. Y no sólo eso, sino que han arremetido también contra territorios soberanos de embajadas de países hermanos allá en Venezuela. Por ejemplo a la Embajada de Argelia, hace una semana atrásm, por el sólo hecho de que el presidente Bouteflika cumpliendo con un acuerdo de la OPEP de apoyar a Venezuela con técnicos y cualquier otro apoyo envío un grupo de técnicos a Venezuela le lanzaron una granada explosiva a la embajada de Argelia que puso en peligro al propio embajador argelino y al chofer y a la familia. Tan pronto el Presidente Cardoso ordenó a finales de diciembre que un barco de PETROBRAS viniera lleno de gasolina, porque nos estábamos quedando sin gasolina dado que las refinerías estaban paradas, saboteadas y Cardoso en un gesto de confraternidad envío un barco de gasolina, claro le pagamos a PETROBRAS, compramos gasolina a Brasil como le vendemos también a ellos y a muchos países hermanos, arremetieron los fascistas contra la embajada de Brasil, como ya destrozaron en abril la embajada de Cuba, le destrozaron los vehículos y querían invadir el territorio cubano sin ningún respeto por las leyes internacionales.

La embajada de la India fue atropellada también, sólo porque nosotros contratamos una tripulación de indios para mover un barco que ellos habían saboteado y ni siquiera a través del gobierno de India, sino sólo era una empresa privada, pues también arremetieron contra la embajada de India, es fascismo puro, es menosprecio absoluto por la vida, es menosprecio absoluto por las ideas, es menosprecio absoluto por el respeto a los demás y todo eso ha sido alimentado por los medios de comunicación.

Es un veneno que todo los días le inyectan a sectores sobre todo a las clases medias altas y las clases altas de Venezuela, por eso señor Secretario General, Excelencia creo que el caso Venezuela debe ser estudiado, anoche me conseguí en Quito antes de volar a esta hermosa ciudad de New York a Ignacio Ramonet, intelectual de mucho prestigio y estudioso de estos temas hace mucho tiempo y me estaba él recordando unos de sus libros, "la Dictadura mediática" como los medios de comunicación, Venezuela es un caso, no tiene que ver muchas veces con leyes ni Constitución y quieren ponerse por encima de los derechos de la gente, para imponer presidentes o para quitar presidentes, para ganar prebendas económicas lo que llaman: El quinto poder.

Creo que ese tema, dentro de la búsqueda de la justicia y de la paz, habrá que discutirlo algún día, mucha gente no se atreve a tocarlo en Venezuela los hemos desenmascarado, porque creemos estar aportando con ese esfuerzo, un grano de arena en la lucha por la dignidad de los pueblos del mundo que son atropellados muchas veces, por las dictaduras mediáticas de grandes corporaciones que tienen mucho peso y que no tienen ninguna legitimidad porque nadie los eligió y que irrespetan las leyes de nuestros países y que irrespetan la dignidad de nuestros pueblos. Todo eso lo hemos enfrentado en Venezuela y mucho más que nos les voy a contar, y lo seguimos enfrentando.

Los hemos derrotado y los seguiremos derrotando porque los que han pretendido incitar a los militares contra este Gobierno, los que ha pretendido rendir la pueblo por hambre se han olvidado de muchas cosas a la hora de sacar sus cálculos y uno de las que no han considerado, porque quizás para ellos eso no tiene valor porque como no reconocen el alma de un individuo, tampoco reconocen el alma de los pueblos, hay un pequeño detalle que esa Fuerza Armada venezolana es la misma, son los soldados que detrás de Bolívar derrotaron imperios en este continente, es el ejército que detrás de Bolívar rompió las cadenas del imperio que dominó durante trescientos largos años a Sudamérica y al Caribe y esa semilla la tiene el ejército por dentro y olvidan el pequeño detalle que ese pueblo venezolano, al que pretenden rendir por hambre, precisamente pasando hambre cruzó los Andes y recorrió Sudamérica desde el Caribe hasta el Potosí derrotando imperios. Han olvidado ese pequeño detalle.

El pueblo venezolano está hecho del barro de los libertadores de este Continente y está dando una gran batalla, y no por él mismo por la dignidad de los pueblos de la América Latina. Por la dignidad de los pueblos del Caribe y por la dignidad de todos los pueblos del mundo especialmente los pueblos agrupados en el G-77, especialmente los pueblos pobres del planeta estamos allí dando la batalla con el corazón abierto para todos ustedes.

Muchísimas gracias.